Hace tiempo entré al blog y me percaté que me han registrado como un espacio que no ha recibido artículos nuevos por mucho tiempo. Mencionaron la cantidad de tiempo pero no lo recuerdo ahora. Esto me hizo pensar en algo que escribir en esta bitácora para que ese calificativo ya no aplique para mi o por lo menos no suene tan definitivo. Lo que hice fue buscar a Kary en su página de facebook y me encontré con una realidad que me llenó de sorpresa. Resulta que el rostro que tanto admiro está cambiado. No hablo de algún tipo de cirujía sino más bien de eso que a todos nos llega alguna vez. Estoy hablado de «la madurez» Si, el rostro de Kari Correa ha perdido esa frescura que me cautivó al inicio para dar paso a una expresión que refleja experiencia y seguridad. Uso estas palabras ya que no quiero dar la impresión de que me desagrada o molesta. No es así, es más bien un reconocimiento a la belleza madura que ahora nos proporciona y que evidentemente ha llegado para dejar atrás a la inocente y juvenil mujer que conocimos hace ya algunos años.
En esta nueva etapa seguiré siendo admirador de esta hermosa mujer.
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